Descubra la Pistacia Atlantica
El pistacho, por su sabor y su peculiar tonalidad, ya era apreciado como manjar por los egipcios, los griegos y, más tarde, los romanos. En España, se extinguió su cultivo en la Edad Media y no volvió a reaparecer hasta 1980. Desde entonces hasta hoy, su cultivo y su demanda han crecido extraordinariamente
Como otros frutos, el pistacho se obtiene, fundamentalmente, mediante injertos. Esto ha dado lugar a la comercialización de dos variantes fundamentales en la península: El Pistacia Terebinthus y el Pistacia Atlantica. En Víveros Bravo, nuestro emplazamiento, situado a los pies de la sierra granadina de Baza, asegura las especiales condiciones climatológicas y orográficas, para que ambas variantes florezcan con éxito.
La Pistacia Atlantica es vigorosa, fortalece el suelo y contribuye a la conservación de especies raras autóctonas
Sin duda, la utilidad más reconocida de la Pistacia Atlántica es la de la producción del pistacho (y de ello dan fe todos los indicadores económicos, que sitúan a este fruto seco en constante alza en el sector). El pistacho, además de consumirse directamente, cada vez tiene más usos en la gastronomía o en la cosmética, además de ser ampliamente recomendado en cualquier dieta, por sus excepcionales propiedades alimenticias y sanitarias.
Pero los beneficios de la Pistacia Atlantica no se detienen ahí: sus hojas son ricas en tanino s y (además de poseer cualidades medicinales) son materia prima para el curtido de pieles, su savia secada se emplea como incienso aromático, con su resina se fabrican alcoholes y lacas (y se extraen aceites esenciales para perfumería) e incluso el sector de la carpintería y ebanistería ha apreciado la calidad de su madera.
En Viveros Bravo, cuidamos de que estas propiedades se mantengan intactas. Tenemos muchos años de experiencia y contamos con el mejor suelo para el cultivo de esta y otras muchas especies. Visítenos y le asesoraremos sin compromiso.